Cuando estás, lo hacés de una manera tan intensa, tan particular, tan loca... Estás y te olvidás que ayer no estabas, y me díces "Tenemos que comprar café" "Olvidé comprarte crema de enjuague..." y cosas por el estilo. Yo, no sé bien si reír o llorar... Me incluís en tu vida y en tus diálogos cómo si realmente estuviéramos juntos, como si yo participara de tu vida, como si yo fuera parte de tu rutina... "Fijate si tenemos mayonesa" "Mientras hago los mandados,tendés las sábanas que olvidé hacerlo" ¿? ¿? ¿? "Qué nos falta?"
No "nos" falta nada porque yo no vivo ahí, ni estoy ahí, ni participo de esa vida,como vos a veces me querés hacer creer.
Lo triste es que vos te lo crees y yo lucho por no hacerlo, porque sin que me dé cuenta me vas llevando a ese lugar de locura en el que vos vivís, me vas arrastrando a tu demencia y yo me niego... Me niego a creerte otra vez. No lo haré. Pero que lindo sería dejarse llevar!! Creer que es verdad todo lo que decís y cómo lo decís...!
No te confundas igual. Me da miedo creerte, caer en tu trampa, dejarme convencer por tus palabras... pero, a pesar de eso, mientras pasan esos instantes es hermoso soñar que sucede así, cómo lo decís.
No te entiendo y no sé si quiero entenderlo.
Me llevás y traés en tu profunda melancolía, me mecés en tus olas de nostalgía y sosobra. Me hacés ir y venir de mis propios sueños, haciéndote dueño de mi coherencia... Y ya no sé quien soy, cuándo estoy contigo y a tu lado.
Sin embargo, me invade una felicidad tan loca como vos. Mi cuerpo ni se entera de estas cosas, solo vibra y te siente pegado, unido íntegramente a vos, no necesita explicación ni razonamientos, a mi cuerpo no le importa...
Nos tomamos de la mano y nos quedamos hablando horas, de cualquier cosa, riendo como dos niños haciendo travesuras.
Nos miramos a los ojos y en ese pequeño mundo todo es perfecto, todo es pasión y amor, ternura y risas.
Cuando estás, estás de una manera...
