Otro intento

Volviste a acercarte unas cuántas veces (si bien es cierto que yo te sigo la corriente y cada tanto te he mandado algún mensaje, digamos que has sido vos el de la iniciativa, cosa que me deja libre de cargo y culpa) Hace unos días pretendo abrir la ventana de tu chat para comentarte algo y en ese mismo momento vos me escribís... Arrancamos una charla divina, como las de antes, locos por hablar, por reír, tecleando desesperados, queriendo ser el primero en decir... palabras, palabras, graciosas,... inteligentes,...atropelladas,... Vos buscando hacerme reír y yo riéndome a carcajadas. Luego se corta el internet y... me llamás, yo no lo puedo creer! Te atiendo esperanzada (no de que me digas que vaya o ese tipo de cosas, sino de seguir hablando así. Cuánta falta me hacía y estoy segura de que también a vos) Y ... el milagro sucede! Hablamos y hablamos, reimos, por fin nos encontramos! por fin quitaste esa barrera que habías puesto entre nosotros. Por fin me dejás pasar hasta tu alma y me das la bienvenida! No hablamos del pasado ni de nada en especial, sin embargo sé que volviste... Me decís que sabes que no estoy bien, que estamos iguales, que decimos que "bien" pero... Y risas, risas y cosas de tu trabajo y qué se yo! pavadas! que nos desbordan el corazón... Me decís que no me quede callada, que te gusta escucharme...y yo te digo que de haberlo sabido antes... Y ante alguna pequeña y velada insinuación de uno, el otro calla porque supongo que a los dos nos invaden los recuerdos y nos avasallan y hay que seguir hablando para no dejarnos espacio y volver a decir: "te amo" "te extrañé" "te necesito". Despues de hablar un largo rato nos despedimos, demorando el momento... saboreando el triunfo... con los oídos alegres de habernos escuchado, y esos abrazos que se oyen silenciosos ir de uno al otro... Te amo

Te amo (4/6/2012)

Te amo. Por dentro, por fuera. Amo tus manos, tus dolores, tus ataques de ausencia. tus ataques de amor absoluto. Amo tu cuerpo, tu lujuria. tu aroma, tu desapego. Amo cada arruga de tu piel, pero también las de tu alma. Amo tus canas, tus años, tus costumbres y tus pensamientos aún sin estar de acuerdo con muchos de ellos. Amo tus heridas y toda esa pesada carga que llevás sobre tus hombros. Amo tu voz y tu decir. Te amo a vos. Completamente. Absolutamente. Pero... Tengo miedo. Quiero formar parte de tu vida, sé que me amás, pero me cuesta confiar en vos, aún creyendo tanto en vos. Temo que superes tu enfermedad y que dejes de amarme. O que me ames, pero me pongas esa distancia que usás conmigo cuando estás en el proceso de superar tu enfermedad. Temo que no lo superes y que aún así no te entregues a mí, o que si lo haces yo no pueda con eso. Temo hacerte desgraciado. Temo no ser suficiente para vos, a pesar de que mi instinto sabe que lo soy, mi piel lo sabe, mi corazón lo sabe... Pero mis viejos temores me dicen que no. que tal vez no... Sé que querés volver, que lo intentás una y otra vez, temeroso, lentamente, como vos haces las cosas. Juntando coraje poquito a poco... Luchando contra tu razón que te dice una y otra vez que me olvides. Y yo, observo tu lucha y no hago nada, no te ayudo, te dejo hacer... Sé que vas a volver. La pregunta es: ¿Quiero que lo hagas? ¿Estoy dispuesta a ser feliz a tu lado? Siempre estoy preparada para el desengaño, pero, ¿para ser feliz? ¿Puedo ser feliz contigo? ¿Justo contigo que vas en sentido contrario de mis reglas y mis creencias? ¿Estaría yo orgullosa de tu cuerpo y tu conducta como lo estoy de tu mente? ¿Te seguiré admirando yo, si estuvieras realmente conmigo? ¿Puedo cambiar mis viejos conceptos? ¿Puedo abrirte mi corazón y mi fe otra vez? Se que si pienso que me vas a mentir lo harás. Si creo que me abandonarás, lo harás, pero creer lo contrario me asusta. Tengo miedo de ser feliz.