Entradas populares

domingo, 20 de noviembre de 2011

Ni un motivo

Tuvimos una ventaja; Sabíamos que juntos no seríamos felices. De amantes escondidos funcionamos como la pareja perfecta, el amor eterno y lo mejor que nos pasó. Lo cómico fué que nunca tuvimos ni un solo motivos para escondernos, pués éramos libres para hacer lo que quisiéramos, sin deberle a nadie ni una explicación, sin haber dejado a nadie, ni haber herido a nadie. No se si otra alguna otra pareja pueda tener la libertad que nosotros tuvimos para amarnos.

Solo que era más fácil amar si nos mentíamos que no debíamos hacerlo, si uno pensaba que habría un final, era más soportable ser tan feliz y tan completo...

Algunas personas que conocieron nuestro amor, te dijeron cobarde, algunas ni quisieron escuchar lo que dije, porque es más fácil decir "¡estás loca!" que aceptar y hablar de una realidad que ni vos me quisiste confesar para no herirme. Pero no me heriste nunca, porque yo por suerte pude sentirlo y entenderte sin juzgarte, sencillamente lo entendí como era.

Me amaste y me amás. Lo digo sin ninguna duda, sin temor a equivocarme, sabiendo que es poco probable que nos vuélvamos a encontrar... Sabiendo que estás con alguién, cosa que ni siquiera me da celos, porque por mí aprendiste a hacer locuras, vos que sos para el resto del mundo un ser medido en gestos y palabras, alguién que no se sale de la linea, alguién indiferente y casi ciego a la espiritualidad. Vos hiciste tu primer locura a tus 39 años, cuando me conociste... Te dejaste llevar por mí y te amé por eso y por tantas, tantas cosas...
Si. Te amé. Como jamás volveré a amar, porque sé que ninguna otra persona abrirá su corazón para que yo entre y me acurruque a su lado, ninguna otra persona entenderá a mi alma tan enteramente, ninguna otra persona comprenderá mis poesias, ni me admirará, ni me amará tal y como soy.
Tal y como soy por dentro... no confundamos; mi cáscara no te gustaba, para vos te encantaba, pero para tu público no era suficiente. Y aunque no me alegró, lo entendí sin que tuvieras necesidad de decírmelo y por eso me amaste, porque tuve el valor de irme, de dejarte libre de mí, sin que tuvieras que decir nada. Y como te amé, me amé y me admiré.
Igual que vos, cuando aprendiste a quererte y a vivir porque te mirabas a través de mis ojos...


(enero de 2001)

No hay comentarios: